Las megatendencias como la globalización, la digitalización y el cambio demográfico están teniendo un gran impacto en la forma de trabajar, socializar, obtener información, comprar, disfrutar del tiempo de ocio y también de aprender.
Estas tendencias, a su vez, influyen cada vez más en las competencias que las personas necesitamos para enfrentarnos a la incertidumbre que nos rodea y adaptarnos a un panorama cada vez más cambiante. Necesitamos y necesitaremos (nuestros hijos aún más) un alto grado de adaptabilidad a un entorno de complejidad creciente para aprovechar las oportunidades que ofrezca la vida y también para afrontar sus innumerables desafíos.
Las personas capacitadas con las competencias adecuadas para el trabajo y para la vida convertirán esos desafíos en oportunidades desempeñando un papel activo en la configuración del futuro. En cambio, las que no correrán el riesgo de quedarse atrás y sentirse amenazadas. El formar parte de los primeros o de los segundos, en última instancia, será responsabilidad de cada uno.
¿Qué son las competencias y cómo afectan a tus hijos?
Según Moya y Luengo (2011), las competencias son un tipo de aprendizaje caracterizado por la forma en que cualquier persona logra hacer uso de sus múltiples recursos personales (saberes, actitudes, valores, emociones, etc.) para lograr una respuesta adecuada a una tarea planteada en un contexto determinado.
Dicho de otra forma más sencilla, un conjunto de conocimientos («saber») capacidades («saber cómo») y actitudes («saber ser»).
Una de las más importantes novedades de la nueva Ley educativa española (LOMLOE) es su carácter eminentemente competencial, a diferencia de la anterior que se estructuraba alrededor del aprendizaje de muchos contenidos organizados en bloques temáticos. La LOMLOE, como contraposición, está articulada por las nominadas competencias clave:
- Competencia en comunicación lingüistica
- Competencia plurilingüe
- Competencia matemática y competencias en ciencia y tecnología
- Competencia digital
- Competencia para aprender a aprender
- Competencias sociales y cívicas
- Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor
- Competencia en conciencia y expresiones culturales
Estas competencias clave son unos parámetros ordenadores de carácter transversal que rigen los conocimientos y habilidades que los estudiantes deben asimilar durante su escolarización.
Sin embargo, su espíritu va más allá. Éste apunta a un crecimiento personal que ofrezca al estudiante herramientas útiles para su vida cotidiana tanto en su periodo escolar como en el resto de su vida. Es decir, pretende facilitar la adquisición de nuevos conocimientos y su organización, así como el descubrimiento de nuevas formas de acción que contribuyan a su pleno desarrollo como persona y como ciudadano.
Aprender a Aprender
Aunque todas ellas son importantes, hay una que además contribuye de forma general a desarrollar el resto de forma transversal. Ésta es la de Aprender a Aprender, definida como la habilidad para iniciar, organizar y persistir en el aprendizaje conociendo los propios procesos cognitivos para gestionarlos de manera cada vez más autónoma.
Hay acciones y maneras de aproximarse al conocimiento que optimizan nuestra capacidad de aprender, de conservarlo por más tiempo o que determinan lo que seremos capaces de hacer con lo aprendido. Conocerlas, y sobre todo, conocer aquellas que mejor se adaptan a cómo funciona nuestro cerebro y nuestra memoria es un ejemplo de aprendizaje que nos hace mejores estudiantes.
Aprender a Aprender implica ser consciente del propio proceso de aprendizaje, de monitorizar nuestro progreso y de ser capaces de tomar medidas para mejorarlo deliberadamente. Esto se denomina metacognicición y es muy importante porque da lugar al aprendizaje autorregulado.
El aprendizaje autorregulador incluye todas aquellas habilidades metacognitivas que participan en la gestión del propio proceso de aprendizaje. Y es muy importante porque está demostrado científicamente que no solo se puede aprender sino que es uno de los factores que distinguen a los alumnos exitosos de los rezagados, y como es obvio, esto se refleja en el impacto positivo que tiene en el rendimiento escolar y las notas.
Nuestra recomendación es que si te preocupan las notas de tus hijos, el desarrollar la competencia para Aprender a Aprender debería estar en tus prioridades y en las de ellos.
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Créditos
Agradecemos a Annie Spratt la imagen de Unsplash que encabeza este artículo.